Cuando se habla de una Smart City o ciudad inteligente inmediatamente viene al pensamiento una ciudad mejorada, con servicios automatizados y de mayor calidad, garantizando una mejor calidad de vida. La seguridad es un componente importante para lograr esa mejora en la calidad de vida y para hacer que una ciudad sea inteligente, también debe hacerse más segura.
Entre los factores que convierten una ciudad en una Smart City segura están:
- Disminución y prevención de los delitos urbanos.
- Reducción de la ocurrencia de accidentes.
- Aumento de la velocidad de respuesta ante alguna emergencia.
Para conseguir que esto se cumpla, se debe implementar un sistema que maneje una gran cantidad de información y permita gestionarla de manera eficiente. Se debe también integrar a los cuerpos encargados de garantizar la seguridad de la ciudad, incluyendo policías, bomberos, grupos de rescate, servicios de ambulancia y cualquier otra entidad que preste algún servicio relacionado.
Es importante destacar que estos sistemas de seguridad son sólo una parte de todo un sistema complejo que conforma una Smart City. Este sistema debe incluir subsistemas de vigilancia inteligentes. Esto significa contar con una serie de cámaras, ubicadas en intersecciones o zonas críticas, que permitan al operador observar lo que ocurre en tiempo real para así transmitir la información a las autoridades correspondientes y entregar una respuesta más rápida y precisa. Además, se podrán generar registros de las incidencias con el fin de aprender y luego tomar medidas preventivas.
Las capacidades de estos sistemas dependerán del alcance definido. Pueden utilizarse cámaras simples que permitan visualizar lo que sucede, pero también podrían utilizarse cámaras de lecturas de patentes y hasta de detección facial, las cuales optimizarían mucho más el servicio agregando la posibilidad de detección y monitoreo de vehículos y personas sospechosas de algún delito.
Por otro lado, también pueden agregarse parlantes para transmitir algún tipo de audio a los usuarios de las vías donde estén ubicados. En este caso, el propósito principal sería la gestión de crisis por catástrofes naturales, como por ejemplo en caso de tsunamis. Aquí el operador podría transmitir indicaciones de evacuación y lograr que el proceso se cumpla de una manera ordenada y eficiente.
Otro punto importante es promover la participación del ciudadano, facilitándole la posibilidad de transmitir información de manera oportuna. Con un gran número de cámaras y puntos de monitoreo presentes en una Smart City, el operador del sistema nunca podrá estar atento a cada individuo, pero si las personas son capaces de comunicarse e informar la ubicación de manera precisa, el operador podrá usar el sistema de una manera más eficiente.
En conclusión, el objetivo final es integrar todos los componentes en un sistema de seguridad para que sea realmente inteligente, en el sentido que permitirá a todos los actores, tanto las instituciones de seguridad y los ciudadanos, actúen coordinados y con más eficiencia.